El CJNG y la toma de la frontera tamaulipeca

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Un usuario reportó a través de las redes sociales: “Los que vienen para el lado de Reynosa, quédense porfa por ahí en el retén…”. Camionetas del crimen organizado se habían apoderado de la carretera Reynosa-Matamoros: “Son camionetas de las de acá de arriba”, informó el usuario.

Se reportó desde otra cuenta: “Aventaron estrellas y taponearon con un tráiler. No hay paso y atrás hay gente armada”.

Mensajes de audio que envió con voz entrecortada por la angustia una mujer policía, señalaron: “Andan camuflajeados como Sedena. Ya nos rodearon. ¡Apóyennos!… Hay chingo de ‘monstruos’. Hay blindadas. Necesitamos el diez (apoyo). ¡Arrímense, unidades!”.

Un hombre subió a sus redes sociales imágenes de San Fernando convertido en pueblo fantasma a mitad del día. Todos los negocios de la su calle lucían cerrados:
Que Dios nos proteja“, decía el usuario. “Ahí les encargamos sus oraciones por San Fernando”.

La exalcaldesa panista de Matamoros, Lety Salazar, se sumó a la catarata de advertencias que corría como pólvora en las redes sociales: “Les pido de todo corazón tomen todas las precauciones, debido a que existe situación de riesgo con la entrada de diversas camionetas de presuntos delincuentes transitando por la carretera Matamoros-San Fernando y Reynosa. Dios bendiga a Tamaulipas”.

En las entradas de Reynosa y Matamoros, así como en las de algunas poblaciones del Valle de San Fernando, se realizaron bloqueos en cadena. El Cártel Jalisco Nueva Generación había iniciado la toma de la frontera tamaulipeca y el Cártel del Golfo movilizaba a su gente para impedirlo.

En comunicaciones intervenidas por las autoridades, líderes de ambos grupos intercambiaban insultos por radio: “¡Perros!”, “Tamaulipas es para los tamaulipecos”, “es la única oportunidad que te voy a dar, siete cuatro. Es última oportunidad porque no va a haber otra”, “¡Puro Cártel del Golfo!”, “¡traidores, es lo que son, una bola de traidores!”.

La mañana del sábado pasado, la Secretaría de Seguridad Pública del estado activó el código rojo ante el paso de un convoy formado por más de 20 camionetas, algunas de ellas blindadas, que se dirigían a Cruillas, en el municipio de San Fernando.

El portal Elefante Blanco informó de una balacera a la entrada del municipio de Méndez, en donde hombres con armas de alto poder bloquearon la carretera y se enfrentaron a tiros con policías, así como de otro enfrentamiento en San Fernando, en donde un comando se enfrentó con la Guardia Estatal, con saldo de dos muertos y seis vehículos decomisados.

Se trató de un “despliegue delincuencial” que hundió a las poblaciones en el pánico.
En las comunicaciones intervenidas, los delincuentes culparon a la Guardia Nacional de proteger a uno de los bandos.

En la noche del jueves 27 y la madrugada del viernes 28 de abril, los grupos antagónicos se enfrentaron en El Encinal, en el municipio de Jiménez (el cual forma parte del Valle de San Fernando). El secretario de seguridad, Sergio Chávez García, informó que en aquel lugar fueron encontrados los cadáveres de tres civiles vestidos con equipo táctico.

Esa madrugada, la Estación de Rayones, cuartel de la policía, fue atacada con armas largas. El secretario Chávez no consideró esto como un ataque directo: dijo que los agresores, que luego huyeron por un grupo de brechas, solo “pasaron en su huida y le dispararon”.

Ayer se desataron los bloqueos y las balaceras, ante el silencio de las autoridades federales y del gobierno del morenista Américo Villarreal. Los festejos por el Día del Niño se cancelaron porque no existían condiciones de seguridad en algunas comunidades de San Fernando y Reynosa.

En esta última ciudad, así como en Matamoros, existen siete de las 18 aduanas que hay en el estado: ahí se da 20% del comercio internacional y 25% del contrabando fronterizo. En días recientes, el secretario de la Defensa informó que en tres ciudades tamaulipecas (Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo) ocurría 79% de los homicidios registrados en el estado. En los mismos niveles se hallan el robo de vehículos y el narcomenudeo. El secretario informó que el déficit de policías en Tamaulipas es de 71%, y que en el estado se hallan destacados más de 10 mil efectivos federales. 

Con esas cifras –y con una alerta emitida por la embajada de Estados Unidos a consecuencia de las desapariciones ocurridas en la carretera 85D–, se da la irrupción del Cártel Jalisco, y la población se hunde en un clima de zozobra a un nivel que no se había visto en años.

El gobierno de Américo Villarreal había recomendado a los tamaulipecos no usar las carreteras de noche. Pues ya ni de día es posible transitar por estas.